Articulacion Teorica Reflexiva de Herberth Oliva.-
Dentro de los espacios laborales existentes en esta nueva dinámica social revertida por una carencia de valores y ética profesional, es la profesión docente una de esas carreras a las que mayormente se le exija la constante reflexión por el significado de su ciencia (pedagogía).
A la mayoría de profesionales de otros contextos diferentes al educativo, difícilmente se les ve discutir acerca de los tropiezos cometidos en sus campos laborales, sin embargo el docente siempre estará dentro de la mira analítica de la vertiginosa contemporaneidad social. Esto se debe en gran medida a que el educador es percibido como un eje fundamental de la sociedad, en cuyas manos se decide el destino de los habitantes de una nación, ya que la sociedad misma le exija claridad y tino en el ejercicio de tan digno oficio.
Es esta concepción la que permite día tras día reflexionar el rol del educador y generar una critica social permanente acerca del desenvolvimiento que tiene el profesor en el aula, esto principalmente se da en un marco en el cual los principales analistas educativos de nuestros medios, están sumamente alejados del aula, motivo por el cual es mas fácil responsabilizar al docente de los fracasos educativos que a todo un sistema conformado de malas políticas educativas.
Lo anterior permite crear una valoración acerca de la labor docente, en la que los profesores para deber de entender y comprender su profesión, recurren a la filosofía para despejar sus incógnitas. Así, una rama de la filosofía nace con el nombre de “filosofía de la educación”, con el propósito de analizar toda la teorización educativa de sus problemas fundamentales.
Partiendo de ello, la filosofía educativa intenta solventar interrogantes como:
¿Qué es la educación?
¿Qué es educar?
¿Cómo se debe desarrollar un buen aprendizaje?
¿Que criterios deben cumplirse para establecer la calidad de un buen docente?
¿Cuál es la libertad que le da la educación al ser humano?
La filosofía de la educación, adquiere un punto de partida en el cual se desarrolla la reflexión sobre el punto de vista de la totalidad para esclarecer los problemas relativos a la formación.
El compuesto filosófico de la educación facilita el poder reflexionar acerca del hecho educativo desde sus presupuestos fundamentales, lo cual dota al educador de una mayor conciencia de su labor educativa y saber que su práctica descansa sobre temas que se involucran con la humanidad.
La prioridad del análisis filosófico pedagógico descansa sobre la base de ciertos paradigmas que son:
1- La filosofía de la educación tiene por propósito la transformación del individuo a través del conocimiento, ya que una filosofía de la educación debe partir de la idea de que el ser humano es el centro del aprendizaje y ello obliga a comprender que la pedagogía presupone una idea de que el educando necesita un saber acerca de su estructura y esencia que le acerque a los fines y medios del perfeccionamiento educativo. Estos se definen en relación estrecha con aquella idea que la educación es filosófica ya que la pedagogía es una ciencia profundamente vinculada al hombre
2- El segundo paradigma es el referido al tipo de ser humano que forma la acción educativa, apuntando a un perfil requerido por la sociedad y el perfil requerido por el modelo económico predominante, en donde la enseñanza responde a un grupo de intereses capitalistas, mas que a la necesidad de formar ciudadanos que sirvan a la sociedad de conformidad a sus desempeños profesionales.
Esto redimensiona el actuar docente, ya que la filosofía educativa dota al docente de un marco individual en el cual el podrá planificar una serie de estrategias y técnicas para cumplir su labor educativa, sin embargo, la educación actual se ve transfigurada por el componente social deformativo de los medios de comunicación y otros componentes tecnológicos que desvirtúan el papel formativo de la educación en donde el profesor tendrá por obligación convertir la enseñanza en actividad creadora y transformadora. Y ello se consigue mediante el cumplimiento de los estándares de racionamiento y reflexión pedagógica que alienta de manera fundamental a la filosofía de la educación.
En resumen podremos argumentar que la importancia de la filosofía en la educación se concentra en la definición de que la acción educativa es un sistema coordinado de medios para influir en dirección a un fin determinado, en el cual, el educar es mirar hacia un fin y procurar su realización, motivo por el cual resulta débil una pedagogía constituida exclusivamente por medios educativos y no por un actuar critico dentro de la contemporaneidad pedagógica.
Un buen amigo y docente francés Francois Malgouyres, me permitió entender que la filosofía educativa facilita entender el qué, cómo y para qué de la educación, donde gracias a los múltiples razonamientos que tuve en las tertulias pedagógicas que compartimos, llegue a la conclusión que NO EXISTE una filosofía educativa, pues para afianzar el carácter diverso de las manifestaciones educativas tan variadas, lo mejor es pensar en “Filosofías de la Educación”, ya que un docente, consciente partirá de los dilemas filosóficos educativos existenciales para conocer qué tipo de ser humano desea formar así como los valores, contenidos y estrategias deberá desempeñar en su labor educativa.
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