miércoles, 5 de noviembre de 2014

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN Y SU VINCULACIÓN CON EL DESARROLLO MUNICIPAL.


La educación como elemento vinculante para el desarrollo municipal, se ha convertido en un componente importante de las políticas y las estrategias gubernamentales que pretenden construir un moderno panorama político para la consecución de los nuevos tejidos sociales que integran el sistema municipal de cooperación y desarrollo. Es imposible acometer acciones que propicien el desarrollo de los pueblos, sin un cambio previo de actitudes y valores que garanticen la consolidación y sostenibilidad del desarrollo educativo de los municipios.

Por lo tanto, el desarrollo municipal plantea un desafío al que la educación debe responder, para ello deberá generar desde el hecho formativo escolar, una conciencia de ciudadanía municipal. Esto significa que cada persona, sea cualquiera el municipio al que pertenezca, debe admitir que forma parte de la sociedad global y necesita saber que es responsable, junto con sus conciudadanos/as, que debe promover un desarrollo municipal fundamentado en la idea de reconocer que la educación impulsa una conciencia de desarrollo socio económico entre los ciudadanos, por lo que se necesita conocer el contexto geopolítico del municipio para correlacionar que toda política de gestión y desarrollo municipal, deberá enmarcarse necesariamente dentro de su contexto global, para así garantizar un mayor entendimiento entre las posibles propuestas de solución a las distintas situaciones que impiden la correcta gestión de desarrollo municipal.

Además se debe fomentar una educación que contribuya al desarrollo municipal, enmarcada desde un aspecto ético el cual supone la adquisición de una actitud de solidaridad bien entendida, en donde la educación para el desarrollo municipal, deberá mantener una atención constante hacia la justicia y la dignidad humana, planteándose el reto de ser una invitación al cambio de comportamientos individuales y colectivos, que generen conciencia ciudadana sobre como nuestras decisiones afectan las diversas oportunidades de desarrollo del municipio.

Se debe considerar que una destacada educación orientada a la potencialización del desarrollo municipal, debe generar en el colectivo social el poder y capacidad para influir en el desarrollo solidario del municipio, de manera responsable equitativa, justa, solidaria y en paz.

En resumen, esto significa que la educación para el desarrollo municipal……..

1.    Facilita la comprensión de las relaciones que existen entre nuestras propias vidas y las de personas de otros municipios.

2.    Aumenta el conocimiento sobre las fuerzas económicas, sociales y políticas del municipio, lo cual explica y provoca la existencia de la pobreza, la desigualdad, la opresión y condicionamientos de los individuos pertenecientes a dicho contexto geográfico.

3.    Desarrolla valores, actitudes y destrezas que acrecientan la autoestima de las personas, capacitándolas para ser más responsables de sus actos.

4.    Fomenta la participación en propuestas de cambio para lograr un municipio más justo en el que tanto los recursos y los bienes como el poder municipal estén distribuidos de forma equitativa.

5.    Dota a las personas y a los colectivos de recursos e instrumentos cognitivos, afectivos y actitudinales que les permitan incidir en la realidad para transformar los problemas más significativos del municipio.

6.    Favorece el desarrollo humano sostenible en el nivel individual, comunitario, local y sobre todo municipal.

La tarea de la educación para el desarrollo municipal aparece como un componente no sólo necesario sino fundamental para la creación de una política sólida sobre el adecuado manejo de los municipios a fin de   impulsar una apuesta por la sensibilización que promueva una ciudadanía municipal activa, competente, preocupada por los temas colectivos y que reclame su protagonismo en el desarrollo de los procesos sociales y políticos; debe además de promover una dimensión global en el análisis de la realidad que establezca conexiones entre lo que es local y lo que es municipal, que asuma los compromisos para la reducción de la pobreza como compromisos indisociables a su política nacional o local; que fomente una perspectiva de la justicia en la que se reconozca que la educación no es neutral y que ésta puede proporcionar un posicionamiento en el momento de escoger entre mantener el municipio tal y como está o participar en el cambio, con toda la complejidad que esto comporta, a favor de la justicia para todos; deberá de construir un enfoque más basado en los derechos que en las necesidades de los habitantes del municipio, que reconozca los derechos básicos de la ciudadanía, dando con ello inicio a procesos educativos participativos, activos, no autoritarios, que huyan del adoctrinamiento, que favorezcan la autonomía y que faciliten la participación y el compromiso.


En definitiva, debe potenciar una educación capaz de generar en la ciudadanía actitudes conscientes de corresponsabilidad y la mentalidad de que cuando una sociedad actúa excluyendo personas, está perdiendo oportunidades como conjunto. 

viernes, 1 de agosto de 2014

JUSTIPRECIACION DE LA LABOR DOCENTE EN EL CONTEXTO SOCIAL EDUCATIVO SALVADOREÑO (Entendiendo al docente en la escuela inclusiva de tiempo pleno).


Las conjeturas de análisis asimétricas con la que algunas personas intentan crear una reflexión sobre la importancia del trabajo docente, permiten crear una variada perspectiva sobre el modo y la forma en cómo se debe desarrollar la ardua y complicada labor de impartir una clase en una comunidad estudiantil que da claras señales de no tener mayor interés por su formación pedagógica ante la inmensa falta de oportunidades laborales.

La sociedad salvadoreña, tiene dentro de sus particularidades, la mofa social de hacerle creer a la gran mayoría de jóvenes, que la formación educativa universitaria es una llave de asenso social, sin embargo en esta misma paradoja es fácil encontrar que un personero de gobierno laborando como empleado de oficios varios (ordenanza), puede obtener una mejor remuneración que la de un docente con al menos 3 o 4 años de educación universitaria.

Lo anterior mencionado, permite concretizar que el trabajo docente ha sufrido numerosas modificaciones a través del tiempo. Una de esas modificaciones es la creación de una estructura laboral mercantilista en la que el actuar profesional pedagógico es desvirtuado y desmerecedor de un salario digno, logrando un fenómeno mediático en el que muchos críticos, analíticos y pseudo expertos del hecho educativo, despotriquen contra el desempeño docente sin haber nunca impartido clases en el sistema público, el cual cabe mención carece de todas las comodidades con las que dichos ERUDITOS DEL ACTUAR EDUCATIVO CUENTAN AL REDACTAR SUS COSMOVISIONES PEDAGOGICAS.

De acuerdo a la nueva perspectiva pragmática pedagógica en la que se construye la educación salvadoreña, el maestro dejo de ser empoderado del conocimiento; hoy en día el docente asume el rol de promotor del aprendizaje, un promotor que busca el desarrollo de habilidades y competencias en sus estudiantes, lo que le ha restado su protagonismo de antaño (entiéndase docente de escuela normalista).

El cambio en los roles del docente, requieren de una preparación académica y pedagógica, mismas que se deben combinar con una estructura psicológica estable y apta para impartir su cátedra. Pero en el plano de la realidad social, la falta de vocación docente y el hecho que es una carrera de corto tiempo, siguen siendo elementos de discordia cuando se trata de construir una connotación de calidad educativa.

Lo que sin dudas ha provocado la desprofesionalización de la docencia en el contexto salvadoreño, es en parte porque los resultados de aprendizaje en los educandos no reúnen las características académicas y profesionales deseadas por el modelo económico imperante, factor que surge de un proceso mercantilista en el cual las universidades fomentan las carreras con mas demandas y no las que el sistema necesita.

Por otro lado, es fácil observar que los docentes ya no cumplen un único rol. Dicho rol consistía en transmitir la cultura de una sociedad de generación en generación.

La pretensión de las políticas educativas postmodernistas, hace que el docente a parte de dar clases, tenga además que asumir el rol de concretizar otras funciones que la familia y la sociedad en su conjunto ya no cumplen, lo cual conduce a que se les pide a dichos educandos que:

·        Enseñen, de manera interesante y productiva cada vez más materias
·        Que acompañe a las familias en éxito o fracaso escolar de los estudiantes.
·        Que organice a la comunidad educativa en la organización de la distribución de uniformes y alimentos escolares (asistencia social).
·        Que detecte abusos, que proteja los derechos y que amplié la participación social.
·        Que combata la galopante violencia escolar y que intente motivar en el camino del éxito pedagógico, al amplio número de estudiantes que se van sumando a las cifras de fracaso escolar debido a los múltiples distractores sociales que existen actualmente.

Las demandas que hoy recaen sobre los docentes, alimentan la sensación de desborde y de estar sometidos en un camino sin salida, en el cual muchos educadores quizá piensen que por no poder cumplir con dichos requisitos, son poco profesionales o semiprofesionales. La crisis que atraviesa la profesión docente radica en el valor relativo de la posición ocupada por los profesores dentro de la jerarquía social.

La competencia laboral a la que tienen que postular los profesores deteriora más el valor que la sociedad salvadoreña tiene para el magisterio; ello se debe a que existe más oferta que demanda, los profesores deben pelearse los puestos de trabajos, algunos de estos puestos de trabajos no sacian las necesidades económicas de los profesores, por lo cual estos deben comenzar a buscar otro lugar de trabajo para poder llevar el sustento a su familia, cubriendo así sus necesidades básicas. Es esta misma competitividad laboral en donde se trabaja mucho y se paga poco, se obliga al gremio docente a buscar varios trabajos en los que en afán de buscar mejores ingresos, el docente debe enfrentar injusticias infames como:

·        No contar con previsión social ni acceso a servicios de salud
·        Salarios incongruentes con el alto costo de la vida
·    Inexistencia de recursos didácticos pero abundancia de exigencias en los resultados académicos (con poco se logra mucho). Entre otras….

Dicha situación conduce a un gasto energético mayor y un desgaste de las condiciones organizacionales del docente. Por lo tanto y de manera concluyente, es valido destacar que el mercado laboral educativo salvadoreño, no da abasto para la cantidad de profesores que tienen su título profesional, creciendo con ello la demanda pero no la oferta de empleos en el sector educativo, dando paso al aparecimiento de jerarquías de prestigio o amiguismos que tengan más relevancia al momento de adquirir una fuente de empleo.

Finalizo argumentando que:

“Parece que asumir un compromiso profesional, responsabilidad, entrega, asertividad, fidelidad, puntualidad y proactividad; NO tienen mayor valor para algunos empleadores en el campo educativo, mas el que nosotros mismos como docentes y académicos, creemos que tiene”.

La confianza en DIOS y búsqueda constante de mejores oportunidades es el mejor camino a seguir en este competitivo y complicado mundo de la educación.


Att. Estado de Catarsis.

martes, 20 de mayo de 2014

LA CALIDAD EDUCATIVA COMO ELEMENTO VINCULANTE A LA EVALUACIÓN EDUCATIVA.-

La consolidación de una perspectiva en la cual se pueda vincular el estrecho rol que desempeña la evaluación educativa  y la calidad educativa, hace suponer que ambas están estrechamente ligadas en una ardua labor que tiene como objetivo final la mejora de los procesos educativos y sus resultados académicos. 

Desde esa perspectiva, la educación de calidad es un derecho de todos y constituye el sexto objetivo de la agenda global de educación de la UNESCO, esta prioridad hace imprescindible evaluar la educación,  para monitorear el logro de dicho objetivo, y también para perfeccionar políticas educativas que apunten a ofrecer educación de calidad para todos y todas.

Resulta notoria la importancia que en estos momentos de renovación pedagógica en América Latina, han adquirido las evaluaciones de la calidad en el ámbito de la educación. Sin embargo, incluso en el plano conceptual existe un alto grado de desacuerdo acerca de que es la calidad educativa, cómo medirla y cómo mejorarla.

Como sucede con muchos de los términos empleados en ciencias sociales, el concepto de "calidad de la educación" comparte una gran dosis de indefinición y ambigüedad. Una aproximación al tema, aunque sólo sea de manera superficial, conduce a la conclusión de que en último extremo el de calidad es un concepto filosófico.

Las definiciones de calidad varían y, hasta cierto punto, reflejan diferentes perspectivas sobre los individuos y la sociedad, por lo que no existe una única definición correcta de lo que es calidad y de la forma en la que ésta se hace patente en las instituciones educativas.

Por otra parte, calidad y evaluación son conceptos estrechamente relacionados, hasta el punto de que no podría entenderse la una sin la otra. Si se habla de calidad es porque implícita o explícitamente se ha realizado una evaluación y si se evalúa se hace con algún criterio. 

En este sentido es poco congruente hablar de calidad sin hablar de evaluación, puesto que tildar una cosa como algo que tiene calidad exige realizar una medida, compararla con un referente ideal y elaborar un juicio sobre la adecuación del objeto o sujeto evaluado al referente utilizado.

La necesidad de explicar las diferentes dimensiones y los ejes fundamentales desde donde se puede reconocer la calidad de un sistema educativo, de una experiencia, o de una institución educativa universitaria, más que ser un problema teórico es parte de un ineludible compromiso profesional de poner a disposición de los docentes en educación superior, herramientas para facilitarles su tarea; es fundamental explicar con claridad la serie de opciones ideológicas y pedagógicas que enfrenta un docente cuando intenta mejorar la calidad de la educación. A partir de una detallada explicación del concepto de calidad de la educación se examinan dos propósitos fundamentales:

1. Para tomar decisiones que se orienten a mejorar la calidad de un sistema educativo concreto.

2. Para realizar evaluaciones sobre una situación concreta que permite tomar decisiones para reorientar y reajustar procesos educacionales.

Para finalizar sentencio; el énfasis que en estos momentos se otorga a la evaluación de sistemas, instituciones y procesos educativos no está exento de críticas importantes, formuladas desde ángulos muy diversos. Simplificando, podrían señalarse dos tipos principales de argumentos que alertan sobre las limitaciones de los procesos de evaluación de la calidad educativa y sobre sus posibles riesgos. 

Entre los primeros se encuentran las críticas centradas en las debilidades de los sistemas de evaluación empleados en la actualidad y que, consecuentemente, ponen en duda la capacidad de muchas de las evaluaciones realizadas para mejorar los procesos educativos.


Como conclusión, retomo que… Es imperante aclarar que bajo la perspectiva pedagógica del siglo XXI, la preocupación que manifiesta el gran capital globalizador y neoliberal, por la calidad de la educación, consiste en determinar el grado de rentabilidad de los procesos educativos, es decir, saber si el coste de la educación está justificado por los productos que el sistema educativo le proporciona al modelo económico imperante (saber si vale o no la pena invertir en la formación de mano de obra barata).


miércoles, 27 de noviembre de 2013

"HERMENÉUTICA PEDAGÓGICA DE LOS SEGUIDORES DEL GADU"


La sociedad siempre destaca el papel beligerante de la educación y su utilidad práctica al modelo económico imperante; lastimosamente las mal llamadas políticas educativas de América Latina tienen como común denominador ser estructuradas con una visión de corto plazo. Ante ello expongo el presente artículo en el cual busco exponer la contribución positiva que hace la Masonería a los sistemas educativos de nuestro continente.

Después de muchos meses en silencio de llevar acabo extensas lecturas sobre la importancia de la filosofía pedagógica y sus vinculaciones con enfoques didáctico religiosos que en la mayoría de ocasiones marcan pauta en el éxito formativo de sus estudiantes; (tal es el caso de la educación católica que destaca sobre la educación pública no religiosa); emprendí a partir de un sentido de investigación bibliográfico serio, construir una reflexión que ponga de manifiesto, la influencia asertiva y proactiva de la Masonería en la educación de nuestro continente.

Para ello les dejo con el siguiente bosquejo de diatriba pedagógica centrada en los aportes masónicos a la educación…

La educación vista desde la óptica masónica, implica un importantísimo instrumento formativo con el cual se busca que, cada Masón pueda construir el andamiaje que sostenga su elevada condición de ser social, el Masón entiende que la educación debe ser interpretada como una luz que se alimenta de sus propias energías, energías que le encaminan a una escuela iniciática que le determina de manera concreta un existir que se rige por excelentes principios morales.

La masonería construye en la educación, la simiente que le da pauta a sus miembros por dotarlos de un sentido de pluralismo y tolerancia ante una vertiginosidad social que transformo a la educación en un vil instrumento mercantilista; el éxito de la perspectiva pedagógica de los creyentes de GADU, se basa en una libertad de pensamiento que hace que los masones coetáneos establezcan a través de sus debates, un compendio de mecanismos de comprensión y reflexión de ideas formativas diferentes a las de ellos, por lo que deberá entenderse que la educación de calidad, va formando al Masón en un hombre con capacidad para escuchar, entender y actuar.

El enfoque académico de la educación masónica, les dota a sus miembros de un espíritu democrático con el cual el Masón elabora sus ideales de respeto  a la convivencia social, pero sin perder de vista que su enfoque de vida está en hacer de la Ciencia, Justicia y Trabajo, los componentes de una formación y transformación de un espíritu dotado de Libertad, Igualdad y Fraternidad. 

Ante ello la Masonería rechaza toda parafernalia que adorna el discurso pedagógico emitido por los grandes eruditos que no emanan en su actuar un sentido progresista y mucho menos de aquellos que no visualizan en la madre ciencia el factotum del progreso, que alimenta al Mason de valores morales, es decir que la ciencia que se transforma en el pan de ingesta diaria para el Masón, deberá ser guiada por valores eternos que le facilitaran la obtención del mapa que le guié a mejores oportunidades de vida.

El Mason forja su intelecto desde la base de valores y principios que son los pilares de la moralidad y la ética de su vida, pretende un constante actuar lleno de reglas morales que con las cuales determina el uso de la razón en su diario vivir para lo cual se auxilia de los bemoles de la naturaleza para comprender en mejor forma el mundo que le rodea.

 Para finalizar esta breve argumentación, cabe mencionar que la cosmovisión pedagógica de los creyentes del GADU, les conlleva a asimilar que el uso de la constante reflexión de sus pasos y la formulación de objetivos concretos en su vida, les genera una formación espiritual dotada de humanismo fraternal que libera las mentes de la esclavitud mundana que impone la sociedad, ya que la Masonería está plenamente convencida que la raza humana deberá retomar el comportamiento ético y moral por sobre los intereses personales del materialismo irracional y desmedido; articulando mecanismos pacifistas y morales para construir la Calidad Educativa que merecen nuestros pueblos y erradicar la corriente taxonómica filosófica que somete al ser humano ante el modelo económico prevaleciente en donde pocos son ricos y muchos pobres.


                                            

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La ignorancia docente, sobre la marginalidad y resiliencia educativa: “Comprendiendo el Autismo en el contexto escolar salvadoreño”.

La conceptualización del término Educación Inclusiva, pasa por comprender que esta, parte de un enfoque pedagógico en el cual se diseña y ejecuta un modelo educativo que busca incorporar y atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos que debido a factores socio económicos se vuelven vulnerables a la marginalidad y la exclusión social.

Ante ello es necesario que el Currículo Salvadoreño concrete de manera precisa, respuestas a las necesidades educativas de los niños con autismo; más  de cincuenta mil maestros que laboran en el sistema educativo nacional, deben enfrentarse a la incorporación del enfoque de Educación Inclusiva. Surge entonces la interrogante de conocer si… ¿los docentes salvadoreños saben que implica el termino "educación inclusiva”?

No debe resultar extraño que el oscurantismo que rodea a la inclusión educativa, permita que en muchas ocasiones se le niegue la incorporación al sistema escolar a estudiantes con alguna discapacidad, ante ese panorama es necesario que el gremio magisterial conozca, reflexione y analice la inclusión educativa a partir de un enfoque pedagógico que busque al menos la escolaridad inicial de los niños con espectro autista en El Salvador.

Es de suma urgencia capacitar al docente con el fin de que pueda aprender los conocimientos precisos en el tema autismo, y así tener más herramientas para trabajar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Uno de los motivos más relevantes para ejecutar una campaña de formación y concientización sobre el tema autismo, es buscar desde la palestra pedagógica poder ayudar a los cerca de 217 estudiantes autistas reportados por autoridades del MINED, aunque seguramente existen mucho más casos que no están integrados al Centro de Rehabilitación Integral para la Niñez y Adolescencia (CRINA), del Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI).

Existen valiosos aportes desde el seno de las universidades salvadoreñas, que buscan construir una propuesta curricular enfocada a la escolarización de niños auitistas, en donde se reestructura una corriente pedagógica y didáctica que consolide una mejor forma de interacción escolar para niños con espectro autista; un ejemplo es la magistral obra bibliografía denominada “Pedagogía, Didáctica y Autismo” del Doctor Oscar  Picardo, quien a modo concreto propone en su obra un compendio de líneas de pensamiento orientadas a que los docentes se empoderen de estrategias propias del trabajo escolar con niños autistas.

La universidad Francisco Gavidia, mediante su Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación, preocupados por hacerle llegar al maestro, los instrumentos para desarrollar mejor su función en la educación de niños autistas, lanzo el libro antes mencionado, todo ello apegado a su línea de investigación denominada “Resilencia Educativa”. 

Es importante destacar que en El Salvador, existen maestros que están capacitados para trabajar con niños con necesidades educativas especiales, pero hay mucho desconocimiento, sobre todo en el maestro de la escuela regular sobre el tema autismo. La divulgación formativa sobre el abordaje adecuado a este tipo de necesidades especiales, permite ampliar con mayor ponderación el enfoque de Escuela Inclusiva y lo difícil que se convierte la labor educativa en entornos desfavorecidos.

El niño autista y el salón de clases en El Salvador:
Existe en el ámbito educativo un grave problema sobre el modo y la forma del tratamiento escolar a los niños con espectro autista, ello se debe al desconocimiento, el mal diagnóstico y mal tratamiento que se hace sobre este espectro neurológico; lo más importante es el diagnóstico; hay muchos niños que no están bien diagnosticados, entonces el tipo de tratamiento que reciben no es el adecuado. Por lo cual se debe desarrollar la respectiva adecuación curricular que les permita a estos estudiantes adquirir una escolaridad que les facilite una mejor calidad de vida.

La mayoría de estudiantes autistas poseen un bajo nivel de comunicación, puesto que suelen repetir lo que escuchan, cambian los pronombres, no hablan, dicen una frase o pequeña palabra. A nivel conductual, este tipo de estudiantes prefiere jugar con cualquier otra cosa que no sean juguetes, utiliza al docente sólo para cumplir sus necesidades, toma de la mano al maestro para llevarlos hacia las cosas que desea, hacen berrinches sin motivo aparente, se ríe en forma incontrolable, mueve las manos, camina de puntas… entre muchas otras características que pueden destacarse.

No existe una cifra oficial sobre la real cantidad de personas con espectro autista en el país, sin embargo en el año 2011 un importante rotativo consulto a Delmy de Escobar, vicepresidenta de la Asociación Salvadoreña del Autismo (ASA), en donde ella argumento  que no hay una estadística certera; pero que al consultar con maestros y médicos, ellos como institución han calculado unos 3,000 casos”.

Para Lorena de Mena, directora del Centro de Rehabilitación Integral de la Niñez y la Adolescencia (CRINA), institución que forma parte del Instituto Salvadoreño de rehabilitación Integral, dicha cifra no es demasiado confiable si se toma en cuenta que puede haber niños “mal diagnosticados, que vendrían a ser aquellos a quienes se les ha clasificado con retardo o con alguna discapacidad, lo que podría aumentar la cifra antes mencionada.

Las necesidades educativas de un niño autista están orientadas en un primer plano en la capacitación que debe recibir el docente sobre este tema, es relevante que el profesorado se capacite y profundice en el conocimiento del autismo, ya que este espectro está envuelto en muchos mitos y uno de ellos es creer que trabajar con niños es algo muy difícil, que son niños que no establecen contactos y que no pueden funcionar en un grupo.

En El Salvador se esta avanzando, en comparación a hace 10 años, hay más conocimiento, la gente tiene más interés y hay más posibilidades de acercamiento en términos educacionales, terapéuticos y laborales. Sin embargo hay muchos niños que no están bien diagnosticados, por lo que el tipo de tratamiento que reciben no es el adecuado y ello impide que su proceso formativo escolar no responda a la obtención directa de un mejoramiento de su calidad de vida.

El obstáculo pedagógico que enfrenta el docente es desconocer la etiología del espectro autista, sin embargo, los investigadores coinciden en establecer una descripción de las conductas que permitirían al profesorado identificar el espectro autista en el ámbito escolar. 

El docente deberá entender que el autismo es una alteración profunda del desarrollo del estudiante, en donde se ven afectadas tres de sus áreas cognitivas: la socialización, la comunicación y la presencia de conductas estereotipadas, repetitivas y restrictivas.

El docente que posee estudiantes con espectro autista deberá estar atento a las alteraciones cualitativas de la comunicación, ya que el aspecto pragmático del lenguaje se observa con problemas que imposibilitan el uso social del mismo, también se destaca que en el comportamiento de estudiantes autistas, su comportamiento será limitado por una serie de conductas estereotipadas y repetitivas que impactan su vida social.

El autismo en el medio escolar se puede abordar desde diversos ángulos: neurológico, psicológico y educativo, siendo éste último el que se trabaja en la enseñanza especial.


Como conclusión me permito argumentar que iniciativas como la del Doctor Oscar Picardo en referencia a su obra bibliográfica sobre el tema autismo, permite atender desde la perspectiva pedagógica a un niño con autismo, profundizando en los conocimientos, tiempos y materiales especiales que se distancian de los patrones tradicionales de la educación. 

Por lo que este manual permite un primer acercamiento y un esfuerzo fenomenal, para comprender cómo hacer educación ante estos contextos de resiliencia educativa.

Att. 

miércoles, 24 de julio de 2013

La dicha majestuosa de ser alumno de la Ínclita Doctora Dina del Carmen Gamero Flores.

HOMENAJE A LA DRA. DINA DEL CARMEN GAMERO FLORES.

La vertiginosidad con la que se presenta el postmodernismo pedagógico del siglo XXI, se fundamenta sobre una estructura en la cual se destaca que la calidad del docente es importante al momento de delimitar la calidad de educación que queremos. Sirva este articulo para rendir un homenaje a una figura de gran valor para  la educación salvadoreña; la Doctora Dina del Carmen Gamero Flores.

La Doctora Dina del Carmen Gamero Flores me concedió el honor de ser mi profesora en mis estudios de Maestría en Administración de la Educación, en la Universidad Pedagógica de El Salvador. Con amor y paciencia me enseño la importancia del Diseño y Análisis del Currículo y el Análisis de Sistemas Educativos, en donde después de haber recibido sus enseñanzas; puedo argumentar con propiedad que ella fue la mejor profesora de mi vida, con su ejemplo me mostro que existen pocas cosas comparables con la emoción intelectual de ver cómo aprende un alumno. Pude observa durante el desarrollo de cada una de sus clases como sus ojos adquirían un brillo espectacular, brillo muy semejante al destello luminoso de un lucero y eso en gran medida se debía a que uno podía percibir el momento exacto en el que la mente se enriquecía gracias al mágico instante en que de forma  indescriptible adquirías amor por la enseñanza de esta magistral educadora.

 Ella manifestaba que sentía sumo placer en el momento en que sus estudiantes, podían establecer una tertulia pedagógica con ella de igual a igual, en un día, ella argumento que es precioso el ver como un estudiante llega a superarse más que su profesor, pero en el caso de semejante personalidad, tenerla por docente era el equivalente a sacarte el Premio Nobel Pedagógico, ya que aprender de esta dignísima maestra hace que el estudiar sea una acción justificada por la cual vale la pena hacer todo el esfuerzo posible.

Por desgracia, muchos profesores aún no han tenido la fortuna de vivir el reconocimiento que hace el estudiante cuando su docente llena las expectativas académicas que uno requiere en su formación profesional, sobre todo en el contexto de educación superior universitaria, y esto se debe a que muy pocos estudiantes podrían olvidar a un docente de calidad y un docente mediocre, motivo por el cual en estas líneas se destaca la calidad docente de la Doctora Dina del Carmen.

Recuerdo su primera clase como si el tiempo actuara de manera regresiva. Se acercó al aula, finamente vestida, nos alumbro con una sonrisa preciosa, sonrisa que mantuvo de manera desmedida durante las 4 horas que duraba la clase, así era su expresividad, le permitía a  sus estudiantes, conocer la humildad de un lindo ser humano, pero a su vez conocías lo deslumbrante de su conocimiento, el cual generaba a mis oídos una sed de conocer más sobre los temas que abordaba. Desde el primer momento noté que ella tenía una recarga de combustible nuclear en el cerebro. Fue abrir la boca y darme cuenta de que nunca había tenido una profesora así en mi vida, su lucidez mental despampanaba a cualquier docente, percibí que ella estaba ansiosa por enseñar, nuevamente debo argumentar que ella fue caudal incontinente de conocimiento. Jamás se sentaba, su expresión corporal te hacía pensar que estabas en un viaje mental con ella, te trasladaba por caminos del conocimiento nunca antes cursados y siempre tenía sus oídos listos a escuchar nuestros argumentos, los cuales ella agradecía constantemente por considerarlos las joyas que conformaban el tesoro de la ciencia de la clase. 

Siempre recordare sus carteras de gran tamaño en las cuales transportaba los libros que se ocupaban en la cátedra y terminabas por leer de manera constante y permanente en cada una de sus clases. Al dejar a un costado del pupitre sus bolsos, ella se dejaba llevar por un arrebato didáctico feroz, de modo que, si se hubiera hundido el mundo, no nos habríamos enterado, sus clases eran tan interesantes y entretenidas que siempre fueron un gusto recibirlas y hoy con el transcurrir de los años, son recuerdos anhelados que forman parte del bagaje de nuestra vida profesional.

La Doctora Dina del Carmen Gamero, tenía una capacidad extraordinaria para explicar las teorías académicas y los conceptos que formaban el caudal de la clase, cuando alguno de nosotros no los entendía, no los volvía a explicar, sino que recurría al uso de metáforas majestuosas en las que auxiliándose de la metodología activa, transformaba el conocimiento en una herramienta útil para la vida diaria de sus estudiantes. Entendí entonces que las metáforas son imprescindibles para enseñar, porque son una vía directa a la comprensión de lo complejo, e incluso de lo inaccesible. Desde entonces desconfío de los científicos que las desdeñan.

Sus fórmulas no parecían arcanos académicos, sino que, desde la pizarra, nos explicaban el mundo a gritos. A menudo nos fulminaba con unas miradas y unas sonrisas de alto voltaje que te taladraban y te bloqueaban el camino de salida. Era imposible no aprender con ella, sus clases te despertaban una pasión intelectual que nos permitía crecer academicamente como profesionales de la educación. Cuando ella formulaba una pregunta desconcertante y algún estudiante la contestabas, su emoción era extraordinaria y contagiosa, más de una vez replicaba admirado: “Increíble: ¿cómo lo has sabido?”. Y por un momento uno se sentía Vigotsky, Piaget, Picardo y Freire, todos ellos juntos; eso te hacía respetar y querer a los grandes mitos de la ciencia educativa, pero también te hacía ver que la pedagogía es una búsqueda de explicaciones salpicada de errores y siempre insatisfecha. Éramos demasiado jóvenes para aceptar que las verdades de hoy tenían muchas posibilidades de ser los errores de mañana.

Lo gracioso es que, cuando te preguntaba, te hacía decirle cómo lo habías sabido, no solo quería enseñarte; ella se interesaba en saber cómo pensabas. Una respuesta aguda a sus maliciosas preguntas era para ella un acontecimiento, y cuando la respuesta no era acertada, no importaba, porque daba paso a una derivación a veces más interesante que la opción canónica.

Durante el desarrollo de sus clases, ella no solo explicaba cómo eran las cosas, sino también cómo no eran, te explicaba el por qué y por qué no. Le interesaba tanto profundizar en el sí, como en el no; siempre databa las corrientes de pensamiento pedagógico, personalizaba los aportes de los pedagogos y dejaba claro que la pedagogía no había caído del cielo, sino que había sido construida, con un esfuerzo sobrehumano muchas veces dirigido contra los propios prejuicios del descubridor, por personas que habían vivido aquí y allí, en tal época y tal otra.

En su aula tenías la sensación de ser tan afortunado que no podías evitar hacerte una pregunta: ¿Me merezco yo estas clases? Con ella era imposible no estudiar, te habrías sentido miserable y sin duda alguna lo habrías sido, puesto que ella era una profesora con todas las virtudes que adornan a los grandes directores de orquestas sinfónicas, la ínclita Doctora Dina del Carmen, sabía sacar lo mejor de quienes estábamos delante de ella y al final, a muchos de nosotros nos daban ganas de aplaudir al finalizar sus clases.

También fue una buena investigadora, no en vano tiene un Phd  de Stanford University, pero a mi ver era mejor aún en el aula. Cuando ya no fue mi profesora, decidí que sería imperdonable perder la oportunidad de pedirle que me diera el inmerecido honor de ser mi asesora de tesis y la busqué. Tuve la inmensa suerte de ser su amigo y de conocer a su admirable vida.

En realidad, me siento su discípulo moral y, en algunas materias que imparto a nivel universitario, antes de decidir qué pienso yo, me gusta imaginar qué pensaría ella.
Fue una excepcional profesora universitaria, pero estoy convencido de que hay casos similares en cualquier otro nivel. Porque ¿cómo puede uno olvidar al profesor que le enseñó a leer? ¿O a la profesora que te explicó las tablas de multiplicar? ¿O a aquella que te hizo intuir la magia de los números primos?  La pregunta es: ¿cómo olvidar a quien hizo posible que hoy ames la lectura, tengas la pasión por las ciencias de la educación, hayas asumido el concepto de luchar contra los molinos de viento o hayas cambiado para siempre tu manera de interpretar la realidad social salvadoreña? ¿O como dejar en el olvido a aquel profesor que te enseñó a analizar en silencio y con respeto los argumentos que contradicen tus más firmes convicciones?

Sin duda alguna la Dra. Dina del Carmen Gamero Flores hace mella en la eternidad del conocimiento, puesto que ella nunca sabrá dónde termina su influencia en nosotros sus alumnos.

DIOS LA BENDIGA POR SIEMPRE



Att.